En estas fechas importantes, el mejor regalo es compartir, y a nuestra clase, segundo de ASIR de Formación Profesional se nos ha ocurrido ayudar comprando una cesta navideña en el comercio justo del colegio.
Cada alumno ha aportado lo que ha podido y hemos conseguido comprar una cesta bastante grande. Además queríamos que la cesta fuera sorpresa y pedimos que todos sus artículos estuvieran envueltos para así crear más expectativas con la incógnita de qué contendrá.
Todos estamos muy ilusionados con la idea y pensamos que para conseguir la cesta no lo haríamos de manera puramente aleatoria sino con un “juego”: Estamos divididos por equipos y según lo bien que lo hiciera cada equipo en los trabajos de clase se obtendría más o menos puntos en forma de fichas de colores. Estas se van metiendo en una bolsa y el último día de clase una mano inocente (que todavía no sabemos quién será) sacará la ficha del color del equipo que conseguirá la cesta sorpresa. De esta forma todos tenemos posibilidades de ganarla aunque el que mejor lo haga tendrá más posibilidades.
Creemos que es una bonita manera de ayudar y también, por qué no, de divertirnos.
La suerte y la colaboración está echada…
