¡Otoño llegó, marrón y amarillo…! Una de las canciones más repetidas estas semanas, y es que, junto con los más pequeños, hemos podido descubrir que una nueva estación inunda nuestras calles.
El otoño y sus colores, un buen momento para celebrar su fiesta.
Una mañana perfecta para aprender y compartir a partes iguales, pudiendo disfrutar de un montaje sensorial, crear nuestros zumos y mermeladas del otoño, así como, disfrutar de la música y nuestros amigos en el espacio abierto.
Ponemos fin al día con una fiesta que, en línea con el nuevo contexto de aprendizaje que ya se vive en las escuelas La Salle, promueve el aprendizaje para la vida, desde la vida, de la mano de una experiencia que ha sembrado momentos de reflexión individual y compartida. Una experiencia en la que, una vez más, fomentamos la implicación de las familias, como uno de los pilares esenciales sobre los que se construye nuestro proyecto educativo.
¡Qué bien lo hemos pasado! Alumnos, familias y profesores. Que bonito e inolvidable disfrutar de una espléndida tarde de otoño en la que compartir el olor de las castañas asadas, construir por nosotros mismos un precioso mural, o probar nuestro propio zumo de naranja recién exprimido… Todo ello, sintiéndonos en familia, nuestra gran familia lasaliana.