¿Sabías que, además de plantas, también existen viveros que “cultivan” empresas? Sí, sí, has leído bien. Los estudiantes de 2º de Administración y Finanzas lo comprobaron el martes 2 de diciembre en su visita al Vivero de empresas de Carabanchel, un lugar donde no se riegan macetas… ¡sino ideas de negocio!
Un vivero de empresas es como un gimnasio para emprendedores:
- Las ideas entran pequeñas y algo tímidas…
- …y salen convertidas en proyectos fuertes, preparados para enfrentarse al mundo real.
Allí se encuentran salas de coworking llenas de portátiles y cafés, despachos de empresas, salas de reuniones donde parece que siempre se está tramando algo importante, asesoramiento profesional, una preincubadora que germina proyectos, y, por supuesto, mucha energía emprendedora.
Sus funciones son claras: ayudar a que los futuros empresarios no se estrellen en el despegue. ¿Cómo? Ofreciendo apoyo, formación, mentores, recursos y un espacio donde empezar sin arruinarse en el intento.
¿Y para quién está pensado? Para todos esos valientes que tienen una idea brillante, pero necesitan un empujón para convertirla en una empresa de verdad.
Los alumnos salieron con la sensación de haber visitado una especie de “escuela infantil empresarial” donde los negocios nacen, crecen y —con suerte— ¡se vuelven virales! Una experiencia inspiradora que seguro ha encendido más de una chispa emprendedora en la clase.
