El pasado viernes 14 de febrero, por San Valentín, día mundial del amor y la amistad, recibimos en el colegio la visita de los abuelos de nuestros alumnos, para poner el cierre al proyecto “Nuestro mayor tesoro”.

Durante toda la tarde compartimos con ellos sus experiencias de vida y pudimos hacerles preguntas sobre cómo eran las cosas cuando eran pequeños. Tratamos muchos temas, como el trabajo, la familia, el dinero, la tecnología, los transportes, el entretenimiento, etc.

Nos hablaron de cuándo tuvieron su primera televisión, de cómo jugaban en la calle con los amigos o en casa todos juntos porque no había tele, de cómo iban al mercadillo del pueblo y llevaban lo que habían cultivado para vender y luego compraban otras cosas que ellos en casa no tenían. También nos contaron que en algunos pueblos funcionaba el trueque y que muchas familias y amigos se reunían en torno a la radio para escuchar los partidos de fútbol.

Algunos de los abuelos que vinieron nos enseñaron varios objetos que utilizaban en aquella época. Pudimos ver un molinillo para moler café e incluso nos hicieron una demostración, vimos unas tabas (huesos de la rodilla del cordero) que se usaban para jugar, un reloj de sol, una plancha antigua de hierro, un candil, un libro y las enciclopedias Álvarez con las que estudiaban en el colegio, un misario de cuando hicieron la comunión, unas monedas antiguas, juegos de cuando eran pequeños e incluso nos enseñaron la señal que utilizaban los Hermanos de La Salle hace muchos años para mantener el orden y el silencio en clase.

La verdad es que vivimos una tarde preciosa y nos quedamos con ganas de seguir escuchándolos hablar de que colegio y escuela, aunque parezcan la misma cosa, no lo son y que una casa y un hogar son dos cosas diferentes. Nos encantó escuchar cómo han sido sus vidas y cómo han tenido que ir adaptándose a los cambios que se han ido produciendo a lo largo de sus vidas, que en algunos casos no han sido fáciles.

La tarde del viernes se juntaron en nuestro colegio más de 4.000 años de experiencias y vivencias. Fue muy emocionante verles hablar con esos ojos llenos de ilusión. Nuestros abuelos son un ejemplo en el que nos tenemos que fijar porque el legado que nos dejan es siempre muy valioso.

Muchas gracias por ser como sois y por todo lo que nos enseñáis cada día.

¡Os queremos!