Nos encontramos en el tiempo de Adviento, en el que nos preparamos durante cuatro semanas para el nacimiento del Hijo de Dios. Y la mejor manera para prepararnos es haciendo que nuestra vida se parezca a la que él llevó.
Este año, en nuestro cole, el lema del Adviento es ¡Preparados! y el cartel de adviento nos propone que, como si se tratase de una carrera, necesitamos entrenar… prepararnos… para que nuestro corazón se parezca más a lo que Dios quiere…
De la misma manera que los deportistas no pueden prepararse en solitario, queremos vivir juntos este tiempo de preparación, para que Jesús nazca en NOSOTROS en la comunidad educativa que formamos las familias, los alumnos de cada una de nuestras clases, los claustros de profesores, … etc.
Por eso, nuestro colegio se ha llenado de coronas de Adviento. Cada semana, en las reflexiones de la mañana de los viernes hemos reflexionado sobre el evangelio del domingo y a su vez, y unido a esto, han ido apareciendo elementos importantes para prepararnos ante la llegada de Jesús, que hacen referencia al entrenamiento que vamos a seguir: una maleta de deporte (¿qué necesitamos?), un plan de entrenamiento (¿qué vamos a cambiar?), la búsqueda de un entrenador (¿quién nos ayuda?), cualidades que tenemos (¿qué aportamos cada uno a la clase?) y, por último, nos comprometemos con nuestro entrenador (¿te pareces a Él?).
Como gesto de esta preparación, cada viernes hemos ido encendiendo, una a una, las velas de las coronas, simbolizando que cada vez estamos más cerca de la llegada de Jesús.
Una de las propuestas que no puede faltar en el adviento de Institución La Salle, es nuestra tradicional Vigilia de la Inmaculada. El pasado 1 de diciembre celebramos en la parroquia del Cristo del Amor una eucaristía en la que reflexionamos en torno a las cualidades de María que nos propuso el evangelio: Alegría, Confianza y Entrega. Cada uno pudo unirse con un eslabón a una de esas palabras simbolizando un compromiso para crecer en ese aspecto este Adviento. De esa forma formamos tres grandes cadenetas, que se unieron con un eslabón con la palabra MADRE.
¡Ojalá consigamos nuestro objetivo! Que Jesús nazca en nuestros corazones y que se quede en ellos.
