Como ya sabemos, la escuela acoge cada año mayor diversidad. Entre las razones que explican este aumento de alumnado con necesidades especiales, se encuentra el impulso de la intervención temprana y, en consecuencia, la detección y valoración.
Dentro de esta situación, estamos viendo cada vez más casos de dificultades en el lenguaje; es por ello por lo que, en el cole seguimos aplicando el Registro Fonológico Inducido a nuestros peques de 4 y 5 años, con la finalidad de detectar posibles dificultades en la articulación. Consiste en evaluar la producción fonológica de nuestro alumnado, en expresión inducida (de ahí el nombre de la prueba) y en repetición.
Es importante tener en cuenta que el lenguaje depende de la estimulación, y hoy sucede que los adultos tenemos menos tiempo para dedicarle al juego y a hablar con los hijos. Pero la televisión o la tablet no reemplazan la comunicación interpersonal. Solo se aprende a hablar en situaciones de necesidad comunicativa, donde hay un ida y vuelta real con otra persona. Necesitamos que otro nos hable para aprender.